viernes, 4 de julio de 2008

Es increíble, pero pasa. ¿Me pasa?

Hoy, como en ciertas ocasiones el cansancio me desborda, utilizando palabras de Deleuxe, los flujos corren de un polo a otro, los valores se encuentran en constante movimiento y me traspasan, me desbordan, no los puedo contener, entonces, los dejo fluir. Mi temor radica en, ¿cuanto tiempo voy a lograr sostener esta situación de reboso, derrame, exceso?
Todo se hace más arduo en cuanto los "buenos" también profesan confusión. Todo radica en los códigos, en poder atravesarlos, develarlos o destruirlos. Quien lo logre, dejara circular los flujos y ya nada saldra de trayectoria.


El Ruiseñor


Me duele el corazón y un entorpecimiento soporífero me punza
el sentido, como si hubiera bebido cicuta,
o vaciado un narcótico lento hasta sus heces,
hace un minuto y hacia el Leteo me hubiese hundido
(...) desvanecerme lejos, disolverme y casi olvidar,
lo que tu entre las hojas nunca conociste,
el cansancio, la fiebre, y la impaciencia
de aquí, donde los hombres se sientan escuchandose gemir
entre sí, donde la juventud crece pálida y delgadamente espectral,
y muere, donde pensar no es sino estar lleno de pesares
y desesperanzas de párpados de plomo;
donde la belleza no puede mantener los ojos lustrosos,
ni el nuevo amor anhelarlos más que mañana...


John, keats, Sonetos Odas y otros poemas, Colección Visor de Poesía, Madrid 1995.





Aquello que nunca tuviste se ha marchado, entonces, ¿por que te marca tanto?



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